El concepto de Ousía es uno de los más interesantes y complejos de la filosofía de Aristóteles. Tradicionalmente se ha traducido como substancia, pero si nos acercamos al diccionario de la lengua española de la RAE, nos encontramos nada menos que con 12 acepciones distintas de esta palabra. La primera de ellas dice:

«1. f. Materia caracterizada por un conjunto específico y estable de propiedades».

La confusión, en nuestro idioma, entre substancia y materia es constante, e ignora que el concepto aristotélico de substancia es el de una unidad inseparable de materia y forma, siendo la forma lo más principal. Todas las cosas particulares son substancias, y todas están compuestas de materia y forma, pero lo que distingue a cada cosa de otra es primordialmente su forma, por eso Aristóteles la considera como lo más principal.

Portada Metafísica de Aristóteles

Portada Metafísica de Aristóteles.

Tomás Calvo, en su aplaudida traducción de la Metafísica de Aristóteles, propone para ousía la palabra “entidad”.  Así, si decimos “Sócrates es una entidad”, o “mi caballo Babieca es una entidad”, nos parece más adecuado y acertado que si decimos “Sócrates es una substancia” o “mi caballo Babieca es una substancia”. Pero si decimos “el hombre es una entidad”, algo nos suena mal…..tendríamos que decir, “los hombres son entidades” o “los caballos son entidades”, usando el plural.

Si consideramos la distinción de Aristóteles entre substancia primera y substancia segunda, esto arroja luz sobre el problema anterior. Las especies y los géneros son substancias segundas que, según Aristóteles, están precedidas lógica y ontológicamente por las substancias primeras, las cuales son las únicas que existen (hypárchein).

La substancia es lo que responde a la pregunta ¿qué es? (ti èsti) y constituye la primera categoría de las diez que plantea el Estagirita en su tratado  sobre las Categorías, siendo las otras nueve accidentales. Se puede afirmar que la substancia de un ente constituye “lo que es el ente por sí mismo”, es decir, el ente en sí, despojado de todos sus accidentes, y a esto lo podemos llamar entidad. Así, el ente se podría considerar como la entidad más sus accidentes. La entidad sería entonces la esencia del ente.

La substancia, etimológicamente es lo que está debajo de lo que se mueve; de alguna manera, sería lo que permanece de los entes en un Kosmos en el que constatamos que todo está en movimiento. El hecho de permanecer la substancia de un ente sin variaciones a lo largo de cualquier acción del ente, es lo que hace posible la función de sujeto, “subjectus” en latín, que etimológicamente significa “poner debajo”. En griego se dice “hypokeimenon”, que significa “debajo de lo que yace”, es decir, lo que “subyace”, lo subyacente. Es decir, debajo del devenir constante de las cosas, permanece inalterada su entidad (o sea, la entidad es lo que mantiene la identidad necesaria para que haya un sujeto).

¿Y qué es la substancia primera? Aquella que ni se dice de un sujeto ni está en un sujeto; como ejemplo vale cualquier ente individual, un caballo, un perro, o una casa concreta. La substancia primera es por tanto el sujeto mismo desprovisto de toda determinación. La substancia primera sólo se puede mostrar deícticamente, señalándola, de manera que se nos presente en su pura individualidad. En efecto, si mentamos algo, no estamos mostrando la substancia primera de ese algo, sino meramente su referencia.

¿Cómo traduce Martin Heidegger la palabra griega ousía?

 Heidegger

Martin Heidegger

Heidegger la traduce como “Anwesenheit”, que en alemán significa Presencia. Este término además significa Ubicación, es decir, una cosa en un lugar. Un ente es en cuanto subsiste y permanece sin alteración a lo largo del tiempo. Heidegger  reserva la palabra “Anwesend” para el ente, cuyo ser es presentarse. Esto muestra, según Heidegger, que los griegos privilegiaban el modo de ser del presente en su comprensión de los entes y esto justifica su propuesta de que la palabra griega  “ousía” se traduzca al alemán como “presencia”.

Podemos decir que mi perro es una entidad y también una presencia, ambas afirmaciones suenan bien. Pero si decimos que mamífero es una entidad o es una presencia, algo nos chirría….y es que el concepto de substancia segunda casa mal con el concepto de entidad o de presencia. Esto sugiere que las substancias segundas no deberían llamarse así. Llamar ousía a los universales es el origen de un problema que posiblemente aun siga vigente, ya que la solución del nominalismo, que consiste en la total negación de la realidad de cualquier universal, no da cuenta de algunas cuestiones fundamentales como la posibilidad de las ciencias o la generación de los entes. En efecto, para Aristóteles las especies y los géneros (substancias segundas) no existen fuera de los individuos, en contra de lo que opinaba Platón, cuyo mundo de las ideas eran la realidad máxima. Aristóteles se opone a esta concepción, pero no llega a los planteamientos nominalistas según los cuales la única realidad son los individuos, pues esto le impide fundamentar ontológicamente las ciencias en los géneros, así como dar cuenta del proceso de generación de los individuos dentro de cada especie.

Sin embargo, la predicación esencial no se refiere sólo a individuos, sino también a géneros y especies. El concepto de hypokeimenon no se puede reducir exclusivamente a los individuos, al ser un concepto de naturaleza lógica y ontológica a la vez. Ontológicamente, el hypokeimenon solo aplica a individuos (por ej, Pedro) cuando se considera como substancia primera, que no se dice ni está en un sujeto, sino que es el sujeto mismo (esto no impide que se pueda predicar la identidad del sujeto consigo mismo). Pero lógicamente, el hypokeimenon aplica a los géneros y las especies (por ej, los hombres son mortales). Como substancia primera, el hypokeimenon es una unidad o una presencia. Como concepto lógico es el sujeto de todas las proposiciones apofánticas, que se dicen de todas las substancias (tanto primeras como segundas).

Para acabar con una reflexión , tenemos que ousía, además de como substancia se traduce también como entidad, y como presencia. La substancia, la entidad o la presencia (no así sus accidentes), permanece inalterada en el tiempo entre su generación y su corrupción (por ejemplo, en un ser vivo, los momentos de  nacimiento y muerte). Pero si permanece inalterada en el tiempo, esto supone que no está sujeta al movimiento, lo que sugiere una dimensión trascendental de la Physis. Esa dimensión trascendental (es decir, no sujeta al paso del tiempo) se puede considerar que está recogida en el concepto griego de Lógos, como aquello que no cambia. Así, la Physis es presencia que cambia con el tiempo, y el Lógos es lo que hace que el cambio omnipresente en la naturaleza no cambie, o cambie siguiendo pautas que podemos reconocer (y que por tanto no cambian). Entonces, el Ser se podría pensar como aquello que da unidad a Physis y Lógos y hace posibles todas las determinaciones de los entes.

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