Sistemas y No-Sistemas
Una de las características más importantes de la ciencia es su capacidad para aunar la razón, fuente de la lógica y la comprensión de la realidad ,con la imaginación, fuente de la creación de múltiples mundos posibles. En este sentido, la ciencia es una conquista del ser humano que permite generar conocimiento, como nos dice Freeman Dyson en su libro El Científico Rebelde.
A la teoría que estudia la generación del conocimiento, es a lo que denominamos Epistemología. Es la reflexión sobre la forma en que los científicos se enfrentan a la realidad y generan conocimiento que se sintetiza en teorías que, a su vez, se fundamentan en un conjunto de proposiciones probadas y replicables en la naturaleza.
Conviene destacar que el término teoría procede de la palabra griega θέα, que también es el origen de la palabra teatro, de modo que una teoría es una forma de “representar la realidad”
La Teoría General de Sistemas fue propuesta por Ludwig von Bertalanffy para afrontar el problema científico de explicar la organización de la vida.
Se denomina teoría general por la perspicaz observación de Bertalanffy según la cual diversos fenómenos de la física, la química, la biología y las ciencias sociales se expresan mediante formulaciones o representaciones muy similares. Es decir, que ciertos fenómenos que afectan a entidades “inanimadas” y vivas pueden representarse de forma similar.
Ahora bien, ¿Cuál es esta representación “general”?.
Muchos fenómenos pueden definirse como sistemas, es decir, como un conjunto de elementos interconectados por relaciones, definidos dentro de unas fronteras o límites. Tenemos ejemplos de sistemas en los átomos compuestos por partículas subatómicas (electrones, neutrones y protones), los átomos que forman el sistema gas, los componentes (células, proteínas, órganos) del sistema inmunológico humano o las personas que forman parte de la sociedad.
La teoría general intenta explicar las propiedades generales de unos fenómenos que pueden representarse como elementos que interaccionan entre ellos. En particular las propiedades emergentes y su propósito como detallamos a continuación.
Propiedades emergentes
Los sistemas producen fenómenos macroscópicos que no pueden explicarse por el comportamiento individual de las partes que los forman, sino por las relaciones entre ellas.
Es decir, un sistema tiene reglas. Por ejemplo, el “carácter” de una persona no puede explicarse por la suma de las funciones del hígado, los pulmones, el sistema sanguíneo, el cerebro, etc. El todo no puede explicarse por la suma de las partes.
Estos fenómenos se denominan emergentes y un buen ejemplo de ellos es la armonía de una composición musical. A partir de estructuras muy pequeñas que interaccionan entre ellas, se producen unos patrones de mayor escala, como las órbitas, la creación de materiales, la aparición de la vida y la formación de las organizaciones humanas.
Los elementos inertes (o no vivos) pueden formar sistemas cuyo comportamiento puede ser previsible, porque forman patrones. Estos patrones, con sus limitaciones, tienden a ser regulares.Por ejemplo, las órbitas de los planetas o de los electrones.
El problema resulta más interesante cuando los elementos disponen de autonomía. La autonomía es una cuestión de grados. Desde un glóbulo blanco hasta una persona –con libre albedrío– que interaccione con otras. La autonomía de los elementos hace que las relaciones sean la parte más sofisticada y la menos entendida, de los sistemas.
Por ello, entender la organización humana como un sistema resulta sumamente interesante, puesto que los sistemas organizativos parece que tienen un propósito o función, evolucionan y no tienen una buena relación con la segunda ley de la termodinámica, que sostiene que todo sistema tiende a su expresión más desordenada.
En los apartados siguientes, se analizan estas dimensiones.
Propósito
Los sistemas vivos parecen tener un propósito, eso es, en términos filosóficos, tienen un telos. Dos células (óvulo y espermatozoide) inician el proceso de creación de un nuevo ser vivo hasta su desarrollo y finalización.Los procesos emergentes y el comportamiento de los sistemas son esenciales para entender el proceso clave de la vida: la evolución.
En El Origen de las Especies, Darwin introdujo un modo de pensar destinado a cambiar la lógica del conocimiento y, con ello, la manera de abordar la ciencia, tal y como sostiene John Dewey en un libro denominado La Miseria de la Epistemología: Ensayos sobre Pragmatismo. Desde Aristóteles, el propósito de la ciencia era estudiar las especies como producto acabado en la naturaleza. Sin embargo, Darwin sugirió un proceso más profundo, la evolución, y puso en cuestión el fin último de la especie.
Los cambios en la vida se organizan hacia formas más complejas: son lentos, ordenados, se acumulan y se completan. Cada cambio acumula la historia y abre nuevas posibilidades en forma de progresiva organización.
Cuando emerge una estructura macroscópica que tiene éxito y sobrevive en un contexto, tiene una gran persistencia, es decir, introduce procesos de feedback o control para asegurar su supervivencia. Los sistemas tienen memoria. También cambian y evolucionan, algo de lo que hablaremos en próximos posts.
Sistemas y no Sistemas
Los sistemas son por tanto conjuntos de elementos con niveles de autonomía variable, con reglas y fronteras. La diferencia entre sistemas y no-sistemas es precisamente entre los conjuntos de elementos y sus interacciones.
Los sistemas producen fenómenos agregados o emergentes que no pueden explicarse por los elementos que los componen sino, precisamente, por sus interacciones. Los conjuntos son sustancialmente distintos de los elementos que los forman. Así un conjunto de peces no es un pez. Un conjunto de coches no es un coche.
La falacia de la composición afirma a nivel social que el conjunto de españoles no es un tipo “español”. Aunque los humanos generemos clichés, no tienen que ser ciertos necesariamente. Otra consideración se produciría cuando efectivamente esto pudiera ocurrir, es decir ,cuando un conjunto es igual a las partes que lo forman, entonces sería un conjunto auto-referencial que se devora a sí mismo: un bucle extraño (de los que nos habla Douglas Hofstadter en su libro Gödel, Escher, Bach: Un Eterno y Grácil Bucle), tema al que volveremos en futuros post.
Si los coches se interconectan entre ellos entonces la cosa cambia: puede ser un sistema con una finalidad. Quizás entonces con intención, puesto que supondremos intervención humana. La finalidad de un sistema vivo es sustancialmente distinta de las intenciones humanas.
Finalmente, los sistemas tienen una finalidad (telos) que parece producir fenómenos de feedback o control cuando se consigue para mantener el sistema en funcionamiento. No entendemos así a los conjuntos. La finalidad de los conjuntos, desde un punto de vista humano, es el orden, el de los sistemas la organización.
En una organización puede existir intervención humana (un sistema de vehículos interconectados) o no: un pájaro. ¿Qué sería un conjunto de pájaros o peces en movimiento intercambiando señales (información) entre ellos? Un sistema sin duda ¿Cuál sería su finalidad? ¿Podríamos decir que un sistema es un conjunto en movimiento capaz de generar dinámicas con una finalidad por la interacción entre sus miembros?
Interesantes preguntas, que nos quedan aún por resolver, y las que abordaremos en próximas entradas de este blog…
Bajo estos postulados, ¿sería el Universo un “Sistema”?
Precisamente hoy escuchaba un podcast de Ciencia donde se hablaba acerca de los “píxeles” que (quizá) forman la naturaleza esencial del Cosmos, el “holón” y el “cronón” (el espacio y el tiempo de Planck, respectivamente), algo que desembocó hace pocos años en una serie de famosos titulares sensacionalistas acerca de “si el universo es una simulación creada por una entidad externa”.
Por poner en antecedentes, cuando Planck postuló su sistema de unidades en 1899 inició con ello la ruptura de la idea clásica del “contínuo” en el espacio-tiempo, que daría como resultado la física cuántica. Por resumir, Planck postulaba que existen una serie de valores más allá de los cuales no se puede aplicar nada de lo que conocemos hoy día. Podemos hablar hoy sin problema del Big Bang como de una teoría bastante plausible, por supuesto, pero cuando lo hacemos no podemos remontarnos al “segundo cero”, lo más lejos que podemos definir en cuanto a la dimensión temporal es a partir de ese primer “cronón” (5.39exp-44 segundos); Del mismo modo tampoco podemos aplicar nuestros conocimientos actuales a una singularidad de “espacio cero”, tan sólo podemos definir el concepto de dimensión espacial a partir de esa distancia que es el “holón” (1.62exp-35 metros). Ambas son las unidades mínimas de tiempo y de espacio.
¿Qué tiene esto que ver con lo de “si el universo es una simulación digital creada por una inteligencia externa”? Es habitual que los seres humanos proyectemos nuestra realidad presente en aquello que nos rodea. Igual que en el pasado se proyectaban en el firmamento imágenes de dioses y leyendas formando las constelaciones, hoy día, en un mundo computerizado, algunos oyen hablar de esas “unidades mínimas” de algo, y de forma natural lo asimilan con los “píxeles” que se emplean en las pantallas de los ordenadores, extrapolando con ello la hipótesis de que el universo en su conjunto podría ser “una gran Simulación Digital creada por alguna inteligencia superior” (no necesariamente divina). Un “Sistema” tal y como se define en este artículo del blog, con sus elementos, sus fenómenos y su propósito.
(Un paréntesis: Se habla de “simulación” y no de “juego”, porque realmente el postulado es que ese ente creador NO intervendría posteriormente en ningún momento. Como buena simulación, lo único que establecería su creador serían las condiciones de contorno, las reglas y leyes físicas, invariantes en todo el universo, así como las constantes que definen el funcionamiento, y lanzaría el programa de software -en forma de Big Bang- y a dejar correr la simulación a ver qué pasa…)
El detalle que olvidan los pseudocientíficos cuando divulgan este tipo de “teorías” es que estableciendo este paralelismo entre parámetros físicos y “píxeles” están aplicando a rajatabla el Principio Antrópico, cuando en realidad para “lanzar esa simulación” que es el Universo NO se necesitaría a priori ningún tipo de intención o voluntad externa. La propia naturaleza cuántica del Cosmos permite que cualquier fluctuación dentro de la Energía de Vacío produzca como resultado no uno sino varios universos, y cada uno de esos universos que surgirían, debido a sus distintas constantes cosmológicas derivadas de las mínimas variaciones cuánticas en su origen, tendrían una naturaleza distinta. Unos se colapsarían, otros se desgarrarían, y… quizá haya más de un universo -entre ellos el nuestro- cuyas constantes físicas hayan permitido un grado de estabilidad suficiente como para dar lugar a vida más o menos inteligente.
Pero eso no indica un “propósito”, que por que he visto en el artículo es una característica intrínseca de un Sistema. Desde el famoso “Sire, je n’ai pas eu besoin de cette hypothèse” que Laplace respondió a Napoleón cuando éste le preguntó por qué no hablaba de dios en su obra astronómica, hasta el trilema de Bostrom que intenta “explicar” empíricamente que la Hipótesis de Simulación podría ser válida, está claro que los seres humanos siempre necesitamos buscar el “por qué” de las cosas, un último origen de todo, cuando quizá deberíamos centrarnos más el el “cómo” que enunciaba Laplace… “¿Por qué la naturaleza del Cosmos es cuántica?” es una pregunta irrelevante. Analicemos CÓMO es, y eso acabará derivando en las causas, si es que las hay. Cuando se encuentren será genial. Y si no las hay, porque simplemente “es como es”, tampoco pasará nada, de verdad… bueno, sí, quizá eso nos suponga definir al Cosmos como un NO Sistema.
¡Genial! A pesar de haber muchas palabras lo he analizado de un tirón y he bajado a la zona de comentarios directamente
para agradecerte esta entrada, genial ! Saludos
Hola: nos alegra que te haya gustado el post y esperamos seguir contando con tu lectura y comentarios. De manera especial, te invitamos a visitar el blog de un mundo una salud ( https://unmundounasalud.org ), es un proyecto muy interesante que aborda temas de medicina y veterinaria desde la visión sistémica y en el que, seguro, encontrarás muchos elementos de interés.
dicen tanto y no se entiende mucho…..toda la info muy revuelta y por encima……
aquí un otro artículo de donde se puede entender mucho mejor de lo que se está hablando.
https://concepto.de/sistema/
dicen tanto y no se entiende mucho…..toda la info muy revuelta y por encima……
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