Luhmann: la realidad como Sistema

En este post explicaremos  como se entiende la política desde una óptica luhmanniana.  Para ello, comenzaremos explicando como se entiende la realidad desde este planteamiento.

Luhmann piensa que la realidad está constituida por Sistemas; definidos como un conjunto de elementos interrelacionados  que producen  una serie de características,  que sólo pertenecen al conjunto, denominadas cualidades emergentes.

Para la teoría luhmanniana, el Sistema se  autodefine seleccionando los elementos que lo integran y estableciendo sus fronteras con el exterior,  llamado Entorno. Siendo, precisamente, este acto de diferenciación el que genera su identidad como Sistema. Es decir, según este planteamiento los Sistemas se autoconstituyen.

A partir de esta idea realiza su gran aportación a la teoría de sistemas: el planteamiento del concepto Sistemas Autorreferentes; un nuevo tipo de sistema, distinto de los sistemas abiertos y de los sistemas cerrados.

Los sistemas  autorreferentes se autodefinen , mediante un proceso de selección en el que escogen sus propios elementos y los organizan de acuerdo con las siguientes pautas:

• Medio de comunicación. Es un mecanismo simbólico que permite establecer procesos comunicativos dentro del sistema. No hace referencia a elementos físico, sino que es un concepto abstracto que va más allá de lo  material.
• Código. Los procesos que ocurren dentro de un sistema se desarrollan y organizan con base a un código binario exclusivo de ese sistema.
• Función. Concepto con muchos matices y acepciones en la teoría luhmanniana, pero que aquí podemos entender como el objetivo concreto y específico de cada sistema.
• Problema. Todos los sistemas buscan “reducir la complejidad”, un concepto que podemos entender como la capacidad   de organizar la realidad con la que interactúan, a partir de su código binario y de su medio de comunicación. El desorden en el que se encuentra la realidad es un problema para el sistema y debe superarlo.
• Programa. Son los pasos que diseña el sistema  para solucionar estos problemas y cumplir su función.
• Operación.  Es una acción característica del sistema, que le permita cumplir  su programa.

Según Luhmann, si tenemos un conjunto de elementos  que se organiza en torno a las ideas expuestas arriba, nos encontramos ante un Sistema.

Para la teoría luhmanniana, la sociedad y la política son sistemas autorreferentes; de ahí la importancia que asigna a este concepto.

Subsistema, autopoieis y clausura operativa

Este proceso de organización (auto-organización)  se lleva a cabo en todos los niveles de la realidad, incluso dentro de los mismos sistemas.  Éstos pueden contar con un subconjunto de elementos que se diferencien  del resto del Sistema. Dando lugar a otro Sistema independiente, denominado Subsistema.

Luhmann pone de ejemplo a los  Sistemas Sociales como el Derecho, la Economía, la Política, la Religión y la Educación; que constituyen sistemas con identidades propias  y, a la vez, son subsistemas del  sistema denominado Sociedad.

Cada uno de estos susbsistemas organiza la realidad con base a los elementos que selecciona y las pautas mencionadas.  Permitiendo al sistema crear sus propias estructuras internas, sin tener en cuenta lo que ocurre fuera de él, cualidad a la que Luhmann denomina autopoiesis.

A partir de las ideas de autorreferencia y autopoiesis se deriva el concepto de clausura operativa del Sistema. Esto significa que un Sistema puede funcionar de manera autónoma, ignorando lo que ocurre en su exterior.

Esto no quiere decir, en opinión de Luhmann, que el sistema esté completamente aislado del exterior; pues los sistemas autorreferentes solo están aislados del exterior en términos operativos (actúan con independencia del exterior), pero están abiertos en términos cognitivos (podían conocer información de lo que ocurría afuera).

Una vez realizadas esta aclaraciones conceptuales, podemos analizar como  se definen los sistemas sociales y  los sistemas políticos.

Sistemas sociales y sistemas políticos.

En primer lugar abordaremos la sociedad, que es definida como un sistema autorreferente y autopoietico cuya unidad elemental es la comunicación (concepto que en esta teoría carece de carga ontológica, por lo que podemos entenderlo como flujos comunicativos). En resumen, la sociedad es un sistema que está compuesto por comunicaciones y sólo por comunicaciones.

La manera como se organizan estos flujos comunicativos, de acuerdo con las pautas señaladas arriba, da lugar a los diferentes subsistemas de la sociedad; es decir, a los sistemas sociales.  Todos ellos se caracterizan por ser autopoiéticos, autorreferentes y estar clausurados operativamente.

Uno de estos sistemas sociales es el Sistema Político,  definido de la siguiente manera:

La política es un sistema cerrado que ordena su propia reproducción autopoietica en torno a la posesión del poder político. Ignacio Izuzquiza (La Sociedad sin Hombres. Niklas Luhmann y la Teoría como Escándalo)

Esto quiere decir que la política es un sistema conformado por un tipo especial de comunicaciones, aquellas que giran en torno a El Poder. El medio de comunicación simbólicamente generalizado que utiliza este sistema es el Poder Político, entendido como el conjunto de comunicaciones asociadas al dominio de las decisiones que cuentan con repercusiones colectivas.

Las estructuras  a través de las que se manifiesta dicho poder político son el Estado y otras instituciones (Parlamento, ministerios, etc. ), quien tenga control de dichas estructuras tiene el poder político.

El código binario  que caracteriza a la política es el conformado por el dupla de conceptos gobierno/oposición. Para el sistema político solo puedes tener dos posiciones; o eres el gobierno (tienes el control del poder político) o eres la oposición (no tienes este control). Cualquier otro estado o situación forma parte del Entorno del sistema político y, por tanto,  carece de importancia para su funcionamiento.

La función del sistema político es simple,  alcanzar el poder político; todas las comunicaciones que están presentes en él buscan alcanzar dicho objetivo. Estas comunicaciones se resumen en los programas políticos tanto del gobierno, que lucha por seguir manteniendo el poder político, como de la oposición, que busca arrrebatárselo.

Cualquier discurso, documento, programa político, etc., surgido de un actor político solo tendrá sentido, dentro del sistema político, sí ayuda a conseguir la función del mismo; es decir, alcanzar el poder político. Por lo tanto, cualquier afirmación, promesa, propuesta o similar enunciada por un actor político es un elemento comunicativo pensado para  alcanzar el poder.

En este enfoque los aspectos relacionados con la verdad o la falsedad de lo que se dice, la corrección o la incorrección de los medios usados para conseguir el poder no son tenidos en cuenta. Pues  son un tipo de comunicación propio de otro subsistema  (sistema social): la moral.

Como el sistema político es autopoietico, autorreferente y funciona en condiciones de clausura operativa, puede ignorar todas estas reflexiones. De hecho, para el buen funcionamiento del sistema debe ignorarlas; pues en caso contrario se sobrecargaría de trabajo y no podría cumplir con su función.

Hacia una nueva visión de la política

Para concluir con este post, queremos destacar el carácter  relacional que asigna al sistema político.  Una visión que no está centrada en agentes o sujetos políticos, sino que pone toda la importancia en los flujos comunicativos.

Esta visión constituye, en la opinión de Luhmann, una descripción más exacta del funcionamiento del sistema político en las sociedades contemporáneas

Este nuevo enfoque obliga a reformular la manera como se entendía el funcionamiento del Sistema Político, así como su relación con otros sistemas sociales y con las personas.  Dando origen a una profunda revolución en la ciencia política y en la filosofía política, idea que abordaremos en una próxima entrada de este blog.