Realidad social: límites y posibilidades
El mayor reto que experimentan las ideas políticas se da cuando tienen que aplicarse en la vida real. Es allí cuando podemos comprobar la eficacia del discurso, conocer su capacidad para responder a las necesidades sociales y descubrir sus problemas o efectos secundarios.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, la sociedad alemana intentó superar el trauma provocado por la derrota en el campo de batalla mediante la implementación de un nuevo proyecto político. Un proyecto caracterizado por tres elementos: Instituciones de gobierno parlamentarias, procedimiento democrático para la toma de decisiones políticas y tomar los ideales socialistas como fundamento para la convivencia.
Este proyecto político, que se desarrolló entre 1918 y 1933, ha sido denominado históricamente como República de Wiemar. Fue la primera vez que se intentó implementar un modelo de gobierno basado en los ideales de la Socialdemocracia.
El fracaso de esta iniciativa nos demostró lo difícil que es convertir las ideas en realidades y las limitaciones que tienen las propuestas teóricas en momentos de caos y confusión. El final de este proyecto coincidió con la ascensión del Régimen Nazi y fue el punto de partida para los acontecimiento posteriores.
En este post, enumeraremos varias características de este periodo histórico y presentaremos las dinámicas internas que provocaron el fracaso de dicho proyecto.
Crisis y desilusión: camino del cambio.
Para la sociedad alemana de comienzos del siglo XX, la derrota en la Primera Guerra Mundial, fue un hecho traumático que puso en cuestión su modelo de organización social y político. A medida que avanzaba el conflicto fueron aumentando las voces críticas, que consideraban necesario superar la organización y los valores prusianos, base de la organización social y política del momento.
Esta opinión era confirmada por diferentes hechos:
- En primer lugar, el sufrimiento cotidiano de gran parte de la población. Cuyas necesidades no podían ser atendidas, pues todos los recursos disponibles se destinaban a sostener el ejercito.
- En segundo lugar, el aumento de los enfrentamientos entre las diferentes clases sociales alemanas (burguesía, nobleza, clases populares, …etc.), pues no todas se veían afectadas de la misma manera por la situación de sufrimiento.
- En tercer lugar, la evidente incapacidad para ganar la guerra. Prusia había sido la potencia militar más importante del siglo anterior, para la población alemana, que se consideraba heredera de esa historia y de esos valores, dicha situación afectaba su autoestima.
Al finalizar el conflicto, con la derrota alemana, se hizo evidente que la Monarquía encabezada por el Kaiser Guillermo II, era incapaz de dar una respuesta adecuada a los problemas políticos y sociales existentes; por lo tanto, se hacía necesario un cambio en las instituciones de gobierno.
Crisis y emergencia de nuevos liderazgos
A medida que la guerra se prolongaba y las instituciones gubernamentales se debilitaban; se consolidaron otros actores políticos que buscaban dirigir y promover ese cambio. En concreto, hubo tres partidos políticos que ganaron relevancia:
- El Partido de la Social Democracia (el actual SPD), que era la fuerza mayoritaria. Este movimiento buscaba implantar el modelo de democracia parlamentaria, recuperar una serie de libertades sociales y políticas que había sido suspendida durante la guerra e implementar un modelo socioeconómico socialista. Rechazaban completamente el modelo bolchevique y la idea de una revolución armada.
- Los Socialistas Independientes. Fue movimiento político que surgió en 1917, como una escisión de la Social Democracia. Su planteamiento pedía poner más énfasis en las políticas sociales y de redistribución de la riqueza; pero estaban de acuerdo con la democracia parlamentaria y el rechazo al modelo de dictadura del proletariado.
- La Liga Espartaquista. Movimiento escindido de Socialistas Independientes, proponía acciones más radicales. Tomaba como guía la Revolución de Octubre y la estrategia leninista, introduciendo algunos cambios menores (como por ejemplo el respeto a las libertades individuales).
Los problemas existentes y la consolidación de estos nuevos actores políticos hizo que la situación se volviera cada vez más inestable. En esos casos, sólo era necesario un detonante para que se desatara el conflicto y empezaran los enfrentamientos…
El detonando surgió el 4 de noviembre de 1918, como un motín de los marineros de la flota de guerra en Kiel.
Conflicto y enfrentamiento: el punto de inflexión
Este levantamiento surgió cuando era evidente que la guerra estaba perdida y se empezaban a negociar las condiciones del armisticio. El Alto Mando de la Marina Alemana, con la intención de mejorar su posición negociadora, ordenó un ataque contra los buques de la Royal Navy que se encontraban en el Canal de la Mancha.
Varias tripulaciones decidieron desobedecer estas ordenes y amotinarse. Consideraban que el resultado de esta acción no cambiaría el rumbo de la guerra y que sólo provocaría un sacrificio inútil de vidas. En los días posteriores, inspirad0s o relacionados con este motín, empezaron alzamientos populares en diferentes puntos de Alemania, incluyendo Berlin.
Pese a que el motín y la revuelta popular fueron controladas en un plazo corto de tiempo; se hizo manifiesto que las instituciones de gobierno eran incapaces de controlar la situación. Lo cual terminó por acabar con su escasa legitimidad, provocando la abdicación del Kaiser, el 9 de noviembre de 1918.
Democracia parlamentaria socialista
La abdicación del Kaiser no bastó para estabilizar la situación, los problemas persistían y todavía no había soluciones. Los agentes políticos mas relevantes consideraban que era necesario realizar un cambio radical tanto en las instituciones de gobierno, como en estructura económica y social. Es por ello que propusieron llevar a cabo un Proceso Constituyente.
Los partidos políticos de la época, encabezados por la Social Democracia, creían que redactando una nueva constitución para Alemania podía alcanzar las soluciones que la población estaba demandando. Se puso en marcha un proceso orientado en esta línea.
El 6 de febrero de 1919, se conformó una Asamblea Constituyente cuya misión fue redactar una nueva Constitución para Alemania. Esta asamblea, que prolongó su trabajo hasta el 6 de junio de 1920, sesionó en la ciudad de Weimar (Turingia). Siendo esta la razón para que al régimen político surgido sea conocido históricamente como República de Weimar.
Contrario a lo que se esperaba, el cambio de régimen y la adopción de nuevos principio políticos no contribuyó a que se estabilizara la situación que se estaba viviendo en las calles. Pese al esfuerzo de los miembros de la Asamblea Constituyente y la voluntad de los actores políticos más relevantes, el proyecto weimariano de una república democrática y socialista no resultó viable en la práctica.
Ideas versus realidad
El proyecto de la República de Weimar tuvo que hacer frente, desde sus inicios, a una serie de problemas que dificultaban la implementación de sus propuestas.
En primer, las luchas internas entre los partidos políticos. En lugar de colaborar y unirse para avanzar en la construcción el un espacio político común, los diferentes movimientos optaron por enfrentarse entre ellos, tratando de maximizar su liderazgo en el proceso de transformación y limitando la influencia de las otras formaciones.
En segundo lugar, gestionar la herencia dejada por la guerra. Lo que implicó, entre otras cosas, negociar la redacción final del armisticio (recogido en el Tratado de Versalles) y aplicar los compromisos incluidos en dicho documento. Medidas que fueron consideradas humillantes por gran parte de la población alemana, y por tanto eran muy impopulares.
En tercer lugar, la falta de recursos para implementar adecuadamente el proyecto. La guerra había mermado considerablemente las arcas del gobierno alemán, a lo que se sumó la obligación de pagar los costes en los que habían incurrido los países vencedores e indemnizarles. Este hecho provocó una profunda crisis económica a la que no pudieron responder adecuadamente las nuevas instituciones.
En cuarto lugar, la proliferación de milicias y grupos armados independientes que querían hacerse con el control político. Generalmente asociados a posturas radicales, tanto de izquierda como de derecha, estos grupos violentos inventarios llevar a cabo varios golpes de estado y estuvieron a punto de provocar una guerra civil.
Lento declive de la democracia
Las instituciones de gobierno de la República de Weimar se vieron obligadas a dedicar la mayor parte de sus esfuerzos y recursos a intentar estabilizar la situación social y política que se vivía. Por lo que no tuvo la oportunidad de implementar su programa de actuación.
- La eficacia de las instituciones parlamentarias se vio limitada considerablemente debido a que, los mismos partidos políticos con representación en el Parlamento, estaban dispuestos a no respetar las decisiones tomadas por éste cuando no les eran favorables.
- Las propuestas socialdemócratas no pudieron ser implantadas, debido a la crisis y a escasos de recursos.
- La población consideraba que los procedimientos democráticos existentes no eran eficaces, y sentía que su opinión no era tenida en cuenta por los órganos de gobierno. Lo cual reforzó su actitud de desconfianza ante las instituciones políticas.
Este hecho produjo importantes segmentos de la población alemana buscarán formas alternativa de participación política, otras maneras de plantear su problemas y exigir solución a sus necesidades.
Este descontendo y está expectativa fueron los elementos aprovechados por un movimiento político emergente, el Partido Nazi, para llegar al poder y destruir el proyecto democrático representado por la República de Weimar desde dentro.
Un hecho que analizares en un post futuro…
[…] Un periodo especialmente convulso y problemático del que ya hemos hablado. […]
[…] finalizó, participó en la revolución de noviembre de 1918, el movimiento que dio origen a la República de Weimar. Paralelamente, llevaba a cabo estudios de filosofía, los cuales terminó en […]