El desarrollo histórico de las ideas políticas pone de manifiesto una de las cualidades de los Sistema Complejos: su capacidad de adaptación.
Efectivamente, los Sistemas tienen la propiedad de adaptarse y modificar su organización interna.
De esta manera, logran responder a cambios, fenómenos y tensiones que provienen del exterior, y que los afectan de distintas maneras.
Gracias a este recurso, los sistemas pueden mantenerse en permanente interacción con lo que ocurre en su exterior(su entorno), identificando alteraciones, cambios, modificaciones, etc., que se están desarrollando en ese entorno. Esta cualidad permite a los sistemas sobrevivir en un entorno que se encuentra en constante cambio.
Esta cualidad, propia e los sistemas en general, resulta fundamental para los sistemas políticos.
Debemos recordar que los sistemas políticos actúan, hablan y reflexionan sobre fenómenos que ocurren en la realidad política y social; la cual suele ser cambiante y mutable. Debido a lo anterior, los planteamientos políticos y sociales, que quieran mantenerse su eficacia práctica, deben ser capaces de coordinarse con estos cambios, ocurridos en el exterior.
Adaptación: entre las disrupción y la utopia
Uno de los mejores ejemplos para ilustrar esta cualidad de los sistemas políticos, lo encontramos en la evolución histórica del pensamiento socialista.
Tendemos a identificar el término Socialismo, con un programa político definido o con partidos políticos específicos; pero nos olvidamos que en sus orígenes tenía una naturaleza distinta… Menos definida y más compleja. Entonces,
¿Cómo surgió históricamente el pensamiento socialista?
La historia de las ideas políticas nos revela que el Socialismo surge en un largo proceso de evolución, marcado por la voluntad de cambiar la realidad .
El primer antecedente lo podemos encontrar en las ideas de un noble francés llamado Henri de Saint-Simon.
Saint-Simon era un heredero de la Ilustración, que defendía la principal tesis de este movimiento cultural, intelectual y social:
El uso de la Razón permitiría construir un futuro mejor
Su compromiso llegó a tal grado que, con solo 17 años, se enroló en el ejercito de La Fayette y fue a combatir en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
En el ámbito de las idea políticas, consideraba que en las sociedades de su época existía una importante desigualdad entre los seres humanos, la cual generaba gran cantidad de conflictos, enfrentamientos y guerras. Sostenía que era necesario cambiar el orden económico y social, para evitar que surgiera la desigualdad.
¿Cómo prevenir esta desigualdad?, ¿de qué manera cambiar el orden político existente?, ¿cómo construir un futuro mejor?, … Saint- Simon tenía clara la primera parte de su respuesta :
Sólo mediante el uso de la razón se podía superar esta desigualdad y a construir un futuro mejor para toda la humanidad.
Pero, no tenía una respuesta tan sencilla a la pregunta ¿Cómo organizar la sociedad mediante la razón?…
Interactuar y transformar: las diferencias.
Varios intelectuales de la época, conocedores de la obra de Saint-Simon, intentaron dar respuesta a esta pregunta partiendo de una misma tesis:
Las sociedades modernas (siglo XVII y XVIII) tenían un gran tamaño; lo que hacía difícil una gestión adecuada de las mismas.
Para estos autores, el aumento del tamaño de las sociedades generaba que hubiese menos ocupaciones (o trabajos a desempeñar) que personas capaces de desarrollarlas. Es así como surgía una masa de personas ociosas, que no realizaban trabajos en el marco de la comunidad.
De estas personas algunas tendrían una vida idílica, pues se beneficiarían del trabajo de los demás sin tener que hacer nada. Otras, por el contrario, tendrían una vida complicada, pues al no tener trabajo no serían capaces de garantizar su sustento personal.
Esta escuela de pensamiento, denominada Socialismo Utópico , consideraba que la única solución racional posible, para superar la desigualdad, consistía en dividir las sociedades de la época, en comunidades más pequeñas; que tuvieran una organización sencilla y más fácil de gestionar.
De esta manera, se garantizaba contar con el mismo número de personas y de trabajos en el marco de la comunidad. Históricamente, se diseñaron varios modelos de este tipo de agrupaciones, por ejemplo:
- El francés Charles Fourier propuso crear colonias agro-industriales que tuvieran siempre un numero constante de 1.600 personas a las que llamó Falansterio.
- El británico Robert Owen, propuso un modelo basado en granjas cooperativas auto-gestionadas, dando origen a un movimiento denominado Owenismo.
No vamos a entrar en la descripción detallada de estas propuestas. Pero queremos resaltar que, según los criterios de la ilustración, eran planteamientos plenamente aplicables en la vida real y altamente efectivos para producir un progreso social positivo, pues:
- Partían de un estudio de la realidad de su época.
- Contaban con un fuerte sustento argumentativo.
- Utilizaban la razón como el fundamento último de su propuesta.
No obstante, la realidad fue otra… el Socialismo Utópico fue una corriente marginal, que no tuvo mayor influencia en la practica política y social. Ante lo cual solo nos queda preguntarnos…
¿Por qué?
Comunicación y adaptación: camino de la evolución
Si recordamos el comienzo de este post, resulta fácil conocer la respuesta:
Las propuestas de los socialistas utópicos no buscaban adaptarse a la realidad existente en la época. Por el contrario, querían forzarla, intentaban frenar la evolución de la sociedad.
Al no poder acompañar la evolución de los procesos, el Socialismo Utópico quedó rezagado en lo que a la historia de las ideas políticas se refiere.
¿Cómo evitó el pensamiento socialista, en su conjunto, correr la misma suerte que el socialismo utópico?…
Debido a que, dentro del pensamiento socialista, existían otras posiciones que mostraron mayor sensibilidad hacia el contexto histórico, social y político. Tal fue el caso de la vertiente marxista, de la que ya hemos hablado, y de otros planteamientos que han dado origen a lo que conocemos actualmente como Socialdemocracia.
Para terminar…
Al revisar los origenes y la evolución temprana del planteamiento socialista, descubrimos la importancia que tiene, para cualquier sistema de ideas, mantener una comunicación permanente con el entorno en el que se desarrolla y saber adaptarse a los cambios que surjan en él.
Conclusión a la que hemos llegado aplicando uno de los conceptos fundamentales de la teoría de los sistemas: el de interacción entre sistema y entorno.
Aunque es muy fácil criticar a los socialistas utópicos, la realidad es que casi todos los sistemas políticos que hemos conocido han cometido el mismo fallo, en algún u otro momento de su historia, tenemos que hacernos nuevamente la pregunta…
¿Por qué?…