¡Hola! Soy Arturo Proal Walls, licenciado en Literatura y Filosofía; actualmente estoy estudiando el Máster en Epistemología de la Universidad Complutense de Madrid.
La Fundación Sicomoro me ha dado la oportunidad de compartir con ustedes mis conocimientos y reflexiones acerca de la Epistemología.
Algo que haré escribiendo una serie de entradas en este blog, a las que he denominado Epistemología: desmenuzando el saber . En ellas daré unas pinceladas de lo que, en mi opinión, son algunos de los temas más importantes que se han tratado sobre este asunto.
¿Por qué interesarse en la Filosofía y, más aún, en la Epistemología?
La historia de la Epistemología es interesante porque plantea las implicaciones del mero hecho de conocer: si es que hay un conocimiento último, perfecto y universal; y, por tanto, marca los límites que pueden tener la ciencia, la ética, la moral.
Hacer epistemología, en última instancia, es marcar el rumbo de las actividades del pensamiento más importantes del hombre.
En mi caso, hacer Epistemología responde a una fuerte necesidad de saber qué es lo que vale la pena hacer con la propia vida. Y lo que vale la pena hacer está relacionado con la verdad y la bondad.
¿Cómo asegurar que lo que uno piensa es verdadero o bueno? Esta pregunta, en apariencia ociosa, es crucial para quien busca una vida honesta, abierta a los objetos del mundo y que quiera tener siempre una visión objetiva de la realidad.
Lo cierto, es que cuando se empieza a examinar esta cuestión empiezan a surgir preguntas fundamentales: ¿Tengo certeza de algo porque lo percibo? ¿Qué tanto puedo confiar de mis sentidos, será mejor confiar sólo en la razón?
En esta serie de cuatro posts veremos el desarrollo histórico de estos interrogantes.
Etapas del camino
En nuestro primer post estudiaremos a Platón y analizaremos su tesis según la cual, para poder conocer de forma correcta, necesitábamos un modelo exterior que fuera perfecto, inmutable, y del que brotaban las propiedades abstractas y universales: la forma.
Un molde perfecto de cada objeto, que existía más allá de nuestro mundo sensorial… en algo llamado el Topus Uranus
La pregunta por la existencia de los universales plantea reflexiones muy complejas e interesantes:
¿Por qué podemos llamar rojo al rojo y manzana a una manzana? ¿De dónde está tomando nuestra inteligencia una noción abstracta y universal para referirse a los objetos del mundo?
Los empiristas ingleses nos aconsejaron ser sigilosos en este tema, desconfiar un poco de los sentidos y hablar más bien en términos de probabilidad, más que de certeza. Hablaremos de ello en nuestro segundo post.
Kant, de alguna forma unirá el papel que tiene la mente en la conformación del conocimiento (sujeto trascendental) con cierto cuidado científico en el procedimiento de elaborar juicios categóricos. Popper en el Círculo de Viena buscará asegurar, a través de la falsación, un carácter muy escrupuloso para los juicios científicos. Tocaremos estos temas en nuestro tercer post.
En nuestro cuarto y último post nos situaremos en los debates más recientes.
Les espero cada quince días en este recorrido por la Epistemología
¡Un saludo!