Como cierre del año abordaremos, a partir de un enfoque sistémico centrado en procesos, otra fase de la historia democrática. Buscaremos y encontraremos los fundamentos teóricos de la democracia moderna en pleno medioevo.
El post de hoy nos ilustrará como la dimensión sistémica nos permite comprender cosas que de otra manera consideraríamos imposibles o que tradicionalmente han sido entendidas de otra forma.
El Largo Paréntesis del Proyecto Democrático…
Cuando se estudia en los textos canónicos la historia de la Democracia nos da la impresión que éste ideal desaparece en el período de tiempo comprendido entre la derrota de las polis griegas por parte del Reino de Macedonia (que terminó convirtiéndose en un imperio gracias a las campañas militares del Rey Filipo II y su hijo Alejandro Magno) y la aparición de los movimientos revolucionarios del siglo XVIII (sobre todo la Revolución Americana).
Fueron más de 2.000 años en los que la idea de Democracia parece haber desparecido de la vida política y social, en fin de la convivencia entre las personas. En pocos años la Democracia pasó de ser el sistema a imitar (según el famoso discurso de Pericles) a desaparecer completamente y no ser más que un recuerdo entre académicos y nostálgicos.
Este fenómeno histórico resulta sorprendente, que un concepto que ha permanecido olvidado durante tanto tiempo resurja de una forma desbordante y con tanta fuerza… alcanzando una hegemonía tan relevante como la que posee actualmente.
¿Cómo ha sido posible esta fenómeno?, ¿por qué ha acontecido con el ideal democrático y no con otros sistemas de convivencia que hayan existido en la antigüedad? Son dos de las preguntas que tendremos que responder si queremos conocer más a fondo en qué consiste el ideal democrático y , sobre todo, su aplicación en la vida cotidiana.
Desarrollo, Evolución e Historia: … No todo es como parece
Pero, esperemos un momento: ¿Realmente despareció el ideal democrático durante todo ese tiempo?, ¿estuvo hibernando la idea de democracia durante esos 2.000 años?. Lo único que sabemos con certeza es que no hubo gobiernos o estructuras sociales que se denominarán democráticas, al estilo de la Atenas Clásica, pero eso no quiere decir que el ideal como tal haya dejado de existir.
Ahora bien, ¿cómo se desarrolló y evolucionó ese ideal durante este largo periodo de tiempo?, ¿influyó de alguna manera en la forma actual de los sistemas democráticos?…
Responder a estas preguntas nos invita a pensar de una forma diferente los procesos históricos, yendo más allá de los sucesos aparentes y adentrándonos en las causas últimas de los mismos y , sobre todo, teniendo en cuenta los diferentes procesos que convergen en ellos de manera simultanea.
Todos estos procesos simultáneos, la gran mayoría de los cuales pasan desapercibidos, está diseñando una realidad compleja y dinámica, que se caracteriza por una mayor eclosión de los fenómenos, los cuales se multiplican de manera inabarcable. La evolución social se termina convirtiendo en un entramado o una red que a cada paso se termina complejizando más y más… cada vez la complejidad aumenta.
Pero… ¿qué implica todo esto? Básicamente una cosa: tal vez han ocurrido cosas durante esos 2.000 años que expliquen el por qué la democracia actual tiene las características que todos conocemos y, sobre todo, que haya alcanzado ese lugar central que tiene en nuestra cultura.
Comprender estos conceptos no resulta fácil pues nos obliga a implementar una mentalidad alternativa de análisis, una forma alternativa de comprender la realidad y de explicarla: Una visión sistémica de los fenómenos históricos, no centrada en los hechos (entendidos de manera aislada) sino en los procesos (que configuran y hacen evolucionar la realidad de manera explicita o implícita).
Sólo este cambio de visión, incorporando la Dimensión Sistémica, nos permite encontrar los fundamentos de la democracia moderna en la Edad Media.
Más que Feudalismo, Guerras, Oraciones y Pestes…
Historia era sin lugar a dudas mi asignatura favorita en el colegio, me encantaba releer los libros de texto una y otra vez, buscar otros libros sobre los temas que estábamos viendo en clase en las bibliotecas que tenía a mi disposición. Mientras leía los textos o estaba atendiendo al profesor sentía como si viajara en el tiempo, conociendo otras culturas, otras épocas y los personajes más importantes de la historia de la humanidad.
Sin embargo en esa ensoñación había una pequeña laguna, la Edad Media. No entendía porque teníamos que estudiar ese periodo de la historia, pues allí no parecía ocurrir nada fascinante: Una serie de reyes peleándose de manera continua por ganar territorio para perderlo en la siguiente confrontación, un sistema de organización feudal que se me antojaba un retroceso frente a los sistemas políticos Clásicos, innumerables epidemias de peste que diezmaron la población europea… etc. Para colmo, fué una época en la que que el pensamiento quedó subordinado a los dogmas religiosos.
Ante la necesidad de aprobar los exámenes no tuve otra opción que estudiar este periodo de la historia, pero solo lo suficiente para aprobar. En este proceso algo cambio mi forma de comprender esta etapa de nuestra historia:
- Descubrí que en la Edad Media ocurrieron muchas más cosas de las mencionadas en los libros de textos.
- Encontré reflexiones interesantes de autores como San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham, Juan Duns Scoto entre otros, en las que se trascendía su papel como teologo.
- Comprendí que muchos de estos planteamientos eran los fundamentos de posturas modernas y contemporáneas como pueden ser el empirismo, el existencialismo o el racionalismo.
Mi descubrimiento más importante, e impactante, fue comprender que los fundamentos de los sistemas democráticos modernos fueron establecidos durante ese período al que erróneamente se le había puesto el san benito de oscuro e inmovilista.
Los Fundamentos Medievales de la Democracia.
Resulta sorprendente comprobar que nuestros actuales sistemas democráticos están constituidos por conceptos y valores surgidos durante la Edad Media. Sobre todo si se tienen en cuenta los prejuicios existentes sobre ese periodo de la historia. Para David Held durante esta época se sentaron las bases de un modelo democrático llamado Democracia Protectora.
En primer lugar, los teólogos medievales recuperaron el concepto de Igualdad, que se manifestaba en la “igualdad de los hombres ante Dios”. Elementos como la riqueza o la condición social de las personas no podían marcar la superioridad de una persona sobre otra. Para una época marcada por las relaciones de vasallaje esta idea resultaba revolucionaria y permitía entender la igualdad como un valor universalizable ( tal y como fue entendida a lo largo del los siglos XVIII y XIX ).
Pero éste no es el único aporte a considerar. El Tomismo planteó una interesante reflexión sobre la legitimidad y los limites del poder monárquico:
“Aquino (1226-1274) reexaminó la distinción entre la esfera de la jurisdicción secular y la esfera de la jurisdicción espiritual, intentando integrar la obra redescubierta de Aristóteles […] . Entre los muchos aspectos perturbadores de sus escritos está la aseveración de que si bien la monarquía es la mejor forma de gobierno, no debe atribuírsele autoridad ilimitada. en su opinión, el gobierno de un monarca es legitimo sólo en cuanto se sustente en la ley natural. […] la sublevación contra un gobernante está justificada si éste viola reiteradamente la ley natural“
David Held. Modelos de Demcoracia (p. 55)
Históricamente, en Inglaterra se habían limitado los poderes del monarca a través de la firma de la Carta Magna (1215), antecesora de las constituciones actuales.
Para resumir.
La Dimensión Sistémica nos permite comprender la historia de una forma diferente, muchas veces contrapuesta a los postulados canónicos. en esta ocasión hemos aprendido que, contrariamente a lo que dice gran parte de la teoría democrática, los fundamentos de la democracia moderna surgieron durante la Edad Media.
Dentro de 15 días analizaremos otra época fascinante de la historia, El Renacimiento, en la cual podemos apreciar en todo su esplendor el concepto de Política Sistémica…
Hasta pronto.
[…] vimos en el post anterior, la Edad Media fue un período histórico en el que hubo muchas más riqueza conceptual de la que […]