Autoritarismo. Regreso de un fantasma.
El Autoritarismo ha sido uno de los fenómenos políticos más nefastos en la historia de la humanidad. Durante la segunda mitad del Siglo XX creímos haberlo derrotado. Pero en lo que llevamos de siglo XXI el panorama es el contrario: el autoritarismo se ha consolidado al interior de los sistemas democráticos más avanzados.
En este post no vamos a estudiar en profundidad el significado del Autoritarismo, simplemente mostraremos como actúa para llegar al poder: un proceso altamente eficaz y que sólo tiene 3 pasos. Para ello, nos remontaremos a un periodo de la historia muy convulso: Alemania en el año 1933
Como dijimos en una anterior entrada, la crisis vivida con posterioridad a la Primera Guerra Mundial fue el caldo de cultivo ideal para el surgimiento y la consolidación de movimientos populistas.
Uno de estos movimientos, el Partido Nacional Socialista Alemán ( Partido Nazi), se destacó por encima de los demás gracias al uso eficaz y sistemático de un nuevo modelo de comunicación, denominado Propaganda. Que les permitió transmitir sus mensajes a la mayoría de la población alemana, y movilizarla en torno a sus propuestas políticas,
Mensajes que prometían soluciones rápidas y definitivas a la crítica situación que se estaba viviendo en aquel momento. Promesas que inmediatamente obtuvieron el apoyo de una población desesperada, que no encontraba una salida a sus problemas…
En aquel momento gobernaba Alemania el régimen parlamentario de la República de Weimar, un sistema político de tipo democrático, que no pudo evitar la ascensión de los nazis hacia la cima del poder político.
Un proceso que culminó en marzo de 1933 cuando Adolf Hitler resultó ganador en las elecciones parlamentarias. Una vez en el poder los nazis pusieron en marcha una transición de la democracia hacia el Autoritarismo…
¿Cómo puede convertirse la democracia en un sistema autoritario?
Pues a través de una ruta de 3 pasos, los cuales vamos a enumerar a continuación.
Nuevos liderazgos
El primer paso hacia el Autoritarismo consiste en generar la desconfianza hacia los líderes opositores.
La propaganda Nazi logró convencer a la población alemana de que sus problemas se debían a errores cometidos por los líderes políticos: el Kaiser, el Canciller, los parlamentarios… problemas que se solucionarían con la llegada al poder de un nuevo tipo de liderazgo..
¿Qué características debería tener ese nuevo tipo de liderazgo?
Para cumplir adecuadamente con su papel, el líder debía ser una persona cercana al pueblo, que conociera sus necesidades y sus problemas. El líder se convertía en un aglutinador de los deseos de la población, un altavoz capaz e magnificar sus reclamos y quejas.
Este papel no podía ser realizado por los líderes políticos tradicionales, provenientes de la nobleza, de la burguesía y de los partidos políticos; porque vivían en un burbuja en la que no podían ver el sufrimiento de la población.
La única salida posible era apartarlos del poder y remplazarlos por otros, que no vivieran en esa burbuja.
Destrucción de las instituciones
El segundo paso hacia el Autoritarismo es la destrucción del entramado de instituciones propias de los sistemas políticos.
Para la propaganda Nazi, dichas instituciones (la administración pública, los parlamentos, los jueces, etc.) eran los causantes del aislamiento en el que vivían los líderes políticos tradicionales.
Las instituciones tenían una naturaleza formal, lo reducían todo a procedimientos, protocolos, reglas o trámites. Las instituciones desnaturalizaban el sufrimiento humano y lo convertían en un simple dato: número de desempleados, indice de desigualdad, expectativa de vida, etc…
Además de lo anterior, las instituciones evitaban que se pudieran dar una rápida respuesta a los problemas que tenía la población. Toda acción política tenía que cumplir con un largo y farragoso procedimiento que hacía que la respuesta fuera muy lenta.
Si se quería un nuevo tipo de liderazgo, más cercano y eficaz, se deben suprimir las intermediaciones entre la política y la sociedad. Lo que implicaba, quitar importancia a la administración y a las instituciones.
Adios a la crítica
El tercer paso hacia el Autoritarismo fue quitarle a la población su capacidad crítica.
No estamos hablando de suprimirla o de prohibirla, estamos hablando de algo mucho mas sutil: de hacer que no queramos ejercerla…
Pero, ¿cómo pueden lograr esto?, después de todo la facultad de críticas y quejarse es connatural el ser humano, somos inconformistas, siempre queremos algo mejor….
Pues la respuesta es muy sencilla, delegamos esa capacidad en los nuevos líderes. Después de todo, ellos nos conocen bien, saben nuestras necesidades y están comprometidos con mejorar nuestra situación…
¿ Por qué no dejar en sus manos la manifestación de nuestros descontentos ?, ¿por qué no dejar que ellos expresen nuestras críticas?, ¿por qué no delegar en ellos nuestra participación política ?
Cuando hemos contestado afirmativamente a tales preguntas, hemos superado el punto de no retorno. Hemos renunciado a nuestros derechos sociales y políticos; nos hemos puesto en manos de esos nuevos líderes y de lo que quieran hacer con nosotros.
Si la población de una comunidad ha dado los tres pasos enumerados antes:
- Llevar al poder a nuevos líderes con las características señaladas.
- Limitar, o inhabilitar, el funcionamiento de las instituciones políticas.
- Aceptar de manera acrítica las acciones y decisiones de los nuevos líderes.
En dicha sociedad los principios y valores democráticos no están funcionando. Se ha convertido en una sociedad autoritaria, donde la voluntad de sus dirigentes se impondrá a la de los ciudadanos.
En el caso de la Alemania Nazi, este no fue el final del proceso. Los Nazis lograron que la sociedad alemana diera un paso más allá del Autoritarismo. Un paso que los condujo a convertirse en un Estado Totalitario, un concepto que fue analizado por Hannah Arendt.
¿Cómo evitar cometer los errores del pasado?
Hoy en día, cuando vemos que los sistemas democráticos más avanzados se encuentran sumidos en una profunda crisis, cuando parecen no poder dar respuestas a los problemas y necesidades sociales, conviene recordar que de la democracia al autoritarismo sólo hay 3 pasos.
Si bien, es comprensible nuestro deseo de mejorar las cosas, y que aspiremos a que este proceso sea rápido. No debemos dejarnos llevar por nuestros impulsos, no debemos dejar de cuestionarnos, no debemos dejarnos seducir por cantos de sirenas, por grandes promesas.
La mayor lección que podemos extraer del análisis histórico que acabamos de hacer es que en las situaciones de crisis:
“Cuanto más perfecta es la respuesta, más terribles son las consecuencias”. Zygmunt Bauman.
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