Especialización: el Camino del Control Político

Vivimos en una sociedad altamente especializada, en la que cada agente, entidad o institución tiene una función específica dentro de la totalidad. Creemos que este es un estado natural, que siempre ha sido así. Desconocemos que la idea de la especialización surge en el siglo XVII y que generó una revolución sin precedentes en el pensamiento político.

Hoy mostraremos como esa idea, que para nosotros resulta tan cotidiana y natural, marcó el origen de un nuevo orden político y social  del cual somos herederos.

Contrato Social, Instituciones y Poder

En post anteriores, hemos visto la idea de la construcción de la sociedad a partir del llamado Contrato Social, entendido éste  como un acuerdo de las personas que formaban parte de una comunidad, para crear unas instituciones de gobierno para todo el colectivo

El pensamiento contractualista reivindica de manera especial el papel que cumplen las personas (los individuos) como creadores del orden político y encargados de dirigirlo. Fue la primera vez, en la historia de las ideas políticas,  que los seres humanos asumían ese papel protagónico. Por ello, el contractualismo también aparece  ligado a la tradición de Pensamiento Liberal (Liberalismo).

Pese a sus innegables coincidencias, las teorías del Contrato Social pueden mostrar diferencias radicales en su desarrollo. De un lado, tenemos el pensamiento hobbesiano que apuesta por una forma de gobierno autoritaria, que se ilustra mediante la metáfora del Leviathan. Del otro, tenemos al liberalismo lockeano, que apuesta por un modelo parlamentario.  Cuyo principal interés era limitar el poder para  evitar cualquier tipo de absolutismo.

John Locke retrato de John Greenhill

John Locke retrato de John Greenhill

Precisamente esa idea de Locke plantea dos principios básicos que fundamentan los actuales sistemas democráticos:

  1. Que debía prevenirse que alguna instancia tuviera el poder absoluto, en lo referente al campo de la política y la sociedad.
  2. Que era necesario construir una serie de instituciones que  pudieran ejercer el control de este poder, limitando su uso en beneficio del conjunto de la comunidad.

Más allá de esta enunciación, Locke no llevó a cabo un desarrollo posterior de estas ideas y, por tanto, su planteamiento filosófico político quedó incompleto. Sus textos no reflexionan en profundidad sobre cuestiones como :

  • Cuáles las características que debía tener el poder en el ámbito político.
  • Cuál era manera adecuada de ejercerlo en el marco de la comunidad.
  • Cómo debían organizarse las instituciones que ejercieran el poder político.

Una labor  de reflexión importante que  fue heredada por otros pensadores…

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Imagen de Locke junto a una edición de “Dos Tratados Sobre el Gobierno Civil” CREATOR: gd-jpeg v1.0 (using IJG JPEG v62), quality = 80

Aparece Montesquieu…

Aunque esta labor fue acometida por diferentes pensadores, contemporáneos y posteriores a John Locke, el esfuerzo más exitoso y el que más ha marcado la construcción de nuestra realidad fue llevado a cabo por un filósofo y político frances: Charles-Louis de Secondat, Barón de Montesquieu (1689-1755).

Montesquieu era miembro de la llamada Nobleza de Toga francesa, clase social conformada por funcionarios públicos y personas que adquirían sus títulos y dignidades gracias  a la prestación de servicios al Estado, no simplemente por derecho de herencia o nacimiento. Siguiendo la tradición familiar estudió Derecho en Burdeos. Posteriormente se trasladó a París, donde entró en contacto con varios de los intelectuales que  dieron origen al movimiento ilustrado.

Retrato de Montesquieu

Retrato de Montesquieu

En 1714, fue nombrado en  el cargo de consejero en el parlamento de Burdeos. Posición que le permitió realizar un análisis integral de la vida política,  pues fue capaz de considerar tanto los elementos teóricos como los relativos al ejercicio concreto de la toma de decisiones.

En el aspecto teórico, Montesquieu compartía los principios del liberalismo lockeano. Sobre todo su interés por el concepto de libertad, los usos del mismo y la idea de construir un modelo de convivencia colectivo respetando la libertad personal  de cada uno de los miembros.

Fue un gran conocedor de la obra de John Locke. Descubrió el enorme potencial que este planteamiento podía tener en la construcción de un modelo político diferente, alternativo y disruptivo. Del mismo modo, descubrió las limitaciones del planteamiento y  señaló los aspectos que era necesario complementar.

Evolución del Pensamiento político: Tras las Huellas del Cambio.

Montesquieu consideraba que los pensadores políticos anteriores, incluidos los liberales, seguían teniendo como referencia el modelo de las ciudades estados (en sus versiones clásicas o renacentistas) según el cual las instituciones políticas se caracterizaban por:

  1. Ejercer control sobre un territorio acotado y claramente definido.
  2. Estar dirigido por un grupo limitado de personas que podían destinar parte de su tiempo a las gestión de los asuntos públicos.
  3. La toma de decisiones se llevaba a cabo a través de una forma directa y personal, en el marco de una asamblea o un espacio semejante.

Debido a su cargo como consejero del parlamento de Burdeos descubrió que, el ejercicio político real era bastante diferente de las propuestas teóricas existentes. Consideró que se   estaba viviendo en una época en la que los principios clásicos no servían, pues no describían la realidad existente.

Castillo de la Brède, lugar de nacimiento de Montesquieu.

Castillo de la Brède, lugar de nacimiento de Montesquieu.

 

La comunidades políticas de la época eran  más grandes de lo que fue cualquier ciudad estado antigua y el sistema de gobierno pretendía ser más uniforme y general que el apreciado en cualquier imperio del pasado. Los estados aumentaban en extensión y en numero de habitantes. Se estaba produciendo un cambio y  las instituciones debían adaptarse a él.

Montesquieu, fue el primer pensador político moderno consciente de que la administración y el gobierno de los asuntos públicos se caracterizaban por un aumento continuo de la heterogeneidad. Tendencia que , a su juicio, resultaba ser irreversible y progresiva.

Ahora bien, … ¿cómo podían los estados existentes adaptarse a esa nueva realidad?, ¿de qué manera se podrían dirigir adecuadamente los asuntos públicos?, ¿cuáles eran las instituciones adecuadas para la nueva época?.

La Cuestión de los Límites del Poder

Antes de abordar la solución de estas preguntas Montesquieu se plantea otra cuestión fundamental: ¿para qué deben servir las instituciones politicas?.

Para él, que comparte la visión liberal de Locke, resultaba claro que la función de estas instituciones era promover y garantizar la libertad de las personas, a la vez que evita una concentración arbitraria y excesiva de poder en una persona o en un institución concreta.

Es una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder  siente la inclinación a abusar de él, yendo hasta donde encuentre límites. Montesquieu. Del Espíritu de las Leyes.

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Las instituciones políticas y sociales surgen como elementos capaces e poner limites al ejercicio del poder por parte de las personas, siendo esta su función principal en el marco de la comunidad y su razón de ser. Para  ello las instituciones deberían, a su vez, ejercer un poder propio, diferente del que pudieran ejercer las personas individuales.

Para que [una persona] no pueda abusar del poder es preciso que, por la disposición de las cosas, el poder sea un control para el poder. Montesquieu. Del Espíritu de las Leyes.

Puesto que las instituciones ejercen un poder propio, dirigido a evitar el uso arbitrario del poder por parte de las personas, la pregunta que deberiamos hacernos ahora es ¿cómo evitar que las instituciones hagan un uso abusivo del poder con el que cuentan?….

Diferenciación y Especialización

Aplicando la lógica mostrada anteriormente, para controlar un poder se de debe contraponer a otro tipo de poder que lo limite. Ahora bien, ¿cómo realizamos esta contraposición?. Una opción es  establecer un poder superior (más fuerte) que trascienda a las instituciones.

Si bien esta parece ser una solución razonable, vuelve a surgir la pregunta sobre como limitar este nuevo poder, y así sucesivamente hasta el infinito, o hasta que lleguemos a un tipo de Leviathan  que ejerza el poder absoluto.

Consciente de este problema, Montesquieu decide abordarlo desde un punto de vista diferente. Plantea que, en lugar de buscar construir un poder superior (que abre la puerta al absolutismo), lo más práctico es establecer diferentes instituciones, cada una de las cuales ejerza una parte, sólo una parte, del poder que ya existe en la comunidad.

Ahora bien, ¿de qué manera dividimos el poder para que las instituciones sigan siendo eficaces en el cumplimiento de su función?. Ya no se trata  sólo de controlar el poder que pueden ejercer las personas, sino también de controlar el poder que ejercen las otras instituciones. La respuesta a esta pregunta permitió a Montesquieu formular su famosa Teoría de la División de Poderes Públicos.

Teoría de la División de Poderes

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Para Montesquieu, la mejor manera de organizar las instituciones  partía de establecer una división del poder estatal en tres poderes independientes, que tuvieran funciones diferenciadas y se asociaran a instituciones específicas. Estos nuevos poderes, que surgían de la fragmentación de un poder mayor, fueron denominados, poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial.

Cada uno de los cuales tenía una función política determinada:

El de hacer las leyes [poder legislativo], el de ejecutar las resoluciones públicas [poder ejecutivo] y el de juzgar los delitos o las diferencias entre particulares [poder judicial]. Montesquieu. Del Espíritu de las Leyes.

Posteriormente, se estudió la realción de cada uno de esos poderes con las instituciones que lo ejercían. En primer lugar se analizó el poder ejecutivo, en el que se requiere una toma de decisiones decidida y rápida, razón por la que lo mejor ( en opinión de Montesquieu) fue que se encontrara representado por el monarca o rey.

Para evitar que el rey gozara de un poder arbitrario, como en el caso de las monarquías absolutas, se hizo necesario establecer un elemento capaz de limitar su actuaciones.

Para Montesquieu, este no podía ser otro que la Ley.  La ley es entendida como dictámenes o indicaciones que surgen del poder legislativo, que son de obligatorio cumplimiento para las personas, para las instituciones y para el rey.

El poder legislativo residía en los Parlamentos, los cuales debían estar divididos en dos cámaras. Una para la nobleza hereditaria y otra para los representantes del pueblo (personas que eran escogidas de manera periódica ,como representantes de la opinión de la comunidad, a través de diferentes procesos instituidos a nivel local).

Foto del Parlamento Británico

Foto del Parlamento Británico

Para Montesquieu era importante que el parlamento tuviera un sistema de funcionamiento reconocido y respectado por todos sus miembros. Defendió que se establecieran medidas para limitar la capacidad de imponer sus decisiones. De manera que los acuerdos alcanzados contaran con un mínimo reconocimiento, previniendo el riesgo de enfrentamientos  que pudieran desestabilizar la sociedad.

El tercer poder, el poder judicial, representado en los jueces y tribunales se encargaba de vigilar que las leyes fueran aplicadas en la práctica y de imponer castigos a quienes no las cumplían. Éste era un poder fundamental, que debía ser independiente de los otros dos poderes pues, llegado el caso, debía ser capaz de limitar la actuación o la decisión tanto del ejecutivo como del legislativo.

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Construcción del Pensamiento Político Moderno

Montesquieu introdujo los principales elementos de reflexión del sistema político moderno:

  1. La idea de la ley como  elemento capaz de organizar la convivencia política.
  2. La necesidad de restringir el tipo de autoridad centralizada.
  3. La propuesta de limitar el poder mediante su diferenciación y especialización.
  4. Que el correcto funcionamiento de la vida política depende del establecimiento de un sistema de de frenos y equilibrios que eviten que los diferentes agentes traspasen su limite de competencia.

Al igual que ocurrió con Locke, no  tuvo tiempo para poder desarrollar en profundidad cada uno de estos elementos.  Labor que tuvo que ser completada por otros pensadores y por la práctica política cotidiana, tal y como descubriremos en próximas entregas…

 

 

 

 

 

 

 

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